BUENOS AIRES (Reuters) - Un grupo de investigadores argentinos, afanado por encontrar combustibles alternativos, habría hallado en la mostaza un uso diferente a la condimentación de salchichas: una fuente de energía renovable que no afecta a la producción tradicional de granos.
El alza del petróleo llevó en los últimos años a la elaboración de combustibles alternativos en base a derivados de soja, maíz y caña de azúcar, entre otros cultivos, pero muchos especialistas advierten que ese desarrollo podría perjudicar a la oferta global de alimentos.
Por eso, los expertos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) destacan que ciertas variedades de mostaza resisten fácilmente el clima hostil y podrían ser sembradas en zonas agrícolas marginales, sin afectar a la producción de granos de Argentina, uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos.
"El hecho de que se utilice una tierra muy buena para producir energía en lugar de alimentos va en desmedro de lo que va a necesitar la población mundial en el futuro. La idea es ir a producir energía a zonas marginales", explicó Daniel Sorlino, investigador de la Facultad de Agronomía de la UBA.
El país sudamericano es el mayor exportador global de aceite de soja y su producción de biodiésel -elaborado principalmente en base al derivado de la oleaginosa- creció en los últimos años gracias a las fuertes inversiones.
Aunque la demanda extranjera del biocombustible podría bajar en el corto plazo por la caída que sufrió el petróleo en los últimos meses y por la eliminación de las facilidades para importarlo que ofrecía Estados Unidos, un incremento previsto para la demanda doméstica seguiría impulsando su elaboración.
Una ley sancionada en 2006 estipula que a partir del año próximo el diésel comercializado en Argentina deberá combinarse con un 5 por ciento de biodiésel, lo que obliga al país a aumentar su fabricación para abastecer al mercado interno, que en la actualidad prácticamente no consume el biocombustible.
De resultar exitosa la investigación que la UBA lleva adelante desde hace tres años junto con el Instituto de Agricultura Sostenible de España, a partir del 2011 la producción de biodiésel de mostaza sería una realidad en Argentina.
El cultivo ya se mostró apto para la siembra en zonas de muy escasa humedad o de temperaturas excesivamente altas o bajas, aunque la investigación aún se encuentra en una etapa experimental, advirtió Sorlino.
Las exportaciones de biodiésel de Argentina sumaron 786 millones de dólares entre enero y noviembre del 2008, un fuerte incremento desde los 78 millones del mismo período del año previo, estimó la consultora privada Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).
Fuente:http://www.elperiodicodemexico.com
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